Congelar óvulos… ¿Qué?¿Cómo?¿Cuándo?¿Cuánto?

Congelación de Óvulos IFSH Instituto de Fertilidad y Salud Hormonal Optimizado

En los últimos años congelar óvulos se ha convertido en algo habitual, vemos anuncios e influencers que visitan clínicas, pero en consulta todavía nos encontramos muchas dudas que vamos a intentar resolver.

La primera es el qué, congelar óvulos mediante el método de la vitrificación consiste en sacar el agua de esa célula y cambiarla por un medio que va a proteger y conservar ese ovocito para que podamos almacenarlos en nitrógeno líquido durante el tiempo que necesitemos hasta que decidamos utilizarlos.

El cómo es mediante un ciclo de estimulación ovárica y una punción folicular. Una vez que el ginecólogo comprueba que todo está correcto va a haber una estimulación que dura unos 10-15 días y que consiste en la administración diaria de hormonas generalmente con unas jeringuillas tipo plumas precargadas fáciles de utilizar. Esta estimulación va a hacer que en vez de generar un óvulo viable como ocurriría en tu ciclo normal, van a crecer todos los folículos que tu ovario ha ido generando. Una preocupación habitual es pensar que estamos agotando la reserva por sacar más cantidad pero no es así, estamos rescatando ovocitos que de forma natural nunca se habrían desarrollado.

Congelación de Óvulos IFSH Instituto de Fertilidad y Salud Hormonal Optimizado
Congelación de Óvulos IFSH Instituto de Fertilidad y Salud Hormonal Optimizado

¿Cuándo?

Lo ideal es lo antes posible, aunque más abajo explicaremos por qué no es una respuesta tan fácil (*), ya antes de los 30 años la calidad de los ovocitos empieza a disminuir:

  • A partir de los 35 es cuando tanto la calidad del ovocito como la carga genética se van viendo afectadas, más con cada año que pasa.
  • Si estamos entre los 35 y los 40 y tenemos claro que vamos a retrasar la maternidad probablemente por encima de los 40, preservar óvulos puede ser una buena opción y resulta coste-efectivo. Si estamos pensando ya en buscar un embarazo, lo mejor sería hacer un estudio y valorar la situación de la mujer o pareja.
  • A partir de los 40 años hay que hacer un estudio a fondo del caso para ver si compensa congelar óvulos.
  • A partir de los 42 no es recomendable a no ser que no tengamos otras opciones disponibles y tengamos muy claro que las posibilidades de éxito son muy bajas.

¿Cuánto?

Pues esa respuesta depende de muchas variables. En una estimulación sería normal obtener entre 7-15 ovocitos y, dependiendo de la edad, eso puede resultar suficiente. Como hemos comentado, a mayor edad necesitaremos más cantidad de ovocitos para tener posibilidades de éxito. Por debajo de los 35 años 15 ovocitos puede ser una buena cantidad, por encima de los 35 años entre 20-25 ovocitos en más de un ciclo de estimulación sería una cantidad razonable. Para llegar a ese número ideal hay que tener en cuenta las circunstancias particulares del caso: la reserva ovárica de la mujer, si hay endometriosis o alguna otra enfermedad que nos haga sospechar de baja calidad, si vamos a enfrentarnos a un tratamiento tóxico para nuestros ovarios, etc.

Recordad que una reserva baja no afecta a la calidad, es la edad la que afecta a la calidad, por lo que una persona con baja reserva puede conseguir hacer una buena preservación de fertilidad pero tendrá que someterse a varios ciclos en vez de uno o dos.

¿Estos números quieren decir que si tú te has hecho una preservación y has sacado 4 ovocitos no tienes posibilidades? En absoluto, hay personas que con 2-3 ovocitos han tenido buenísimos resultados, pero eso es algo que no podemos saber de partida. Lo más importante es que tengamos claro qué significa tener óvulos congelados.

La congelación de óvulos no es “aplazar la maternidad” o poder tener “hijos cuando quieras”, es una técnica (maravillosa, por supuesto que sí) que nos permite tener esos ovocitos disponibles para realizar una técnica de reproducción asistida con las probabilidades de éxito que corresponden en cada caso, pero en ningún caso supone una garantía.

Hoy por hoy la supervivencia de los ovocitos es muy buena, está por encima del 90% de manera general, pero nos seguimos encontrando casos en los que la supervivencia es del 60% o menor, de la misma forma que hay muchos casos en los que la supervivencia es del 100%.

La calidad de los óvulos cuando congelamos es muy difícil de valorar, y sólo cuando hay características morfológicas que nos hacen sospechar de una baja calidad es cuando podemos aportar algo más de información. Si nosotros no vemos nada fuera de lo normal, no podemos valorar la calidad de esos óvulos hasta que descongelamos y los utilizamos.

¿Y la ley?

Ay…la ley. Pues considera a los ovocitos en el mismo apartado que los embriones, por lo que desechar ovocitos es igual de difícil que desechar embriones. Si la mujer tiene posibilidades de gestar, no se podrían destruir hasta los 50 años. Si se consiguen dos informes de profesionales ajenos a la clínica (ginecólogos, médicos, psicólogos clínicos…) que puedan firmar que la mujer no se puede someter al tratamiento, entonces sí podemos desecharlos.

¿Qué supone esto? Que en muchos casos las mujeres van a tener que mantener sus óvulos congelados obligatoriamente durante muchísimos años, sobre todo teniendo en cuenta que muchas mujeres no van a necesitar utilizar esos óvulos porque conseguirán embarazo antes.

También existe la opción de donar los ovocitos a otras parejas, para lo que os van a pedir que os realicéis las mismas pruebas que las donantes si son candidatos a donación, y la otra opción es que se pueden donar a la ciencia.

El coste del mantenimiento de los ovocitos congelados no va a asociado a la ley, si no a un contrato con la clínica. Cuando se congelan óvulos existe un coste anual de mantenimiento del que hay que estar muy bien informadas. De la misma forma, en el laboratorio no se van a descongelar los ovocitos porque se te haya pasado la fecha de renovación del mantenimiento. No tengas preocupación al respecto, los ovocitos se consideran abandonados después de un procedimiento burocrático complejo que dura como mínimo dos años en los que intentamos ponernos en contacto contigo de todas las formas posibles.

¿Qué preguntar en la clínica?

  • El coste: del tratamiento y de la medicación (que va aparte y supone una cantidad importante).
  • ¿Hay algún descuento al realizar un segundo o tercer ciclo?
  • Coste del mantenimiento: ¿A partir de cuándo se paga? ¿tengo que seguir pagando si decido donarlos o cesar su conservación una vez cumplidos los 50 años?
  • Si me planteo donar a otras parejas ¿hay alguna analítica adicional que tenga que hacerme, se puede hacer junto con el ciclo?

(*) Aquí es donde tenemos que hacer el apunte, es verdad que sería recomendable congelar lo antes posible biológicamente hablando, pero debemos tener los factores legales y económicos en cuenta para ver realmente cuando es el momento ideal para nosotras.

¿Se puede hacer una preparación previa?

Por supuesto, en IFSH primamos no ir a ciegas a un ciclo de preservación, si no preparándonos previamente para intentar sacar la máxima rentabilidad posible a ese ciclo de preservación. Unas analíticas completas y una preparación integral en torno a los 3 meses que incluya hábitos de vida y nutricionales en los que intentamos poner nuestra salud a punto siempre va a jugar en nuestro favor. ¿Es imprescindible? No lo es, pero es la forma de saber que nuestro cuerpo va a estar en las mejores condiciones posibles para que el ambiente en el que van a crecer esos ovocitos sea el mejor que podemos conseguir. Además, esa preparación previa va a ser siempre positiva para nuestra salud.

Otros Artículos

IFSH Nuestra Historia